Querido amigo, hoy estoy aquí de nuevo. He recibido un encargo.
Es, más bien, una petición, la cual acepto con mucho agrado. Los bosques vuelven a llamar. Desde aquí puedo oír las voces de los árboles.
Cada pequeña misión es como una pieza que se va sumando a un puzzle infinito.
Hace unos días le hablaba al mundo sobre mi amor por los bosques y el mar. Quizá eso abrió de nuevo las puertas de mi corazón para poder oír sus mensajes.
A los árboles, a las personas, cada vez oigo con más claridad.
Sé que también te han llamado a ti. Acabo de sentirlo. Con un propósito diferente. Eso tú ya lo sabes.
Iré con ellos. Es hora de recuperar esta conexión. Tienen mucho que enseñar. Llevan aquí cientos de años y han guardado los recuerdos. Los tesoros.
Desde aquí se ve como si fuera una reportera y acudiera a hacer una entrevista. Será entretenido. Sé que lo voy a disfrutar. Siempre son cálidos y amables. Hablan y escuchan con respeto y sabiduría. Y me conectan con la vida.
Comienza una nueva aventura.