Querido amigo, han sido dos días gloriosos. Llenos de encuentros y avances. Nuevas puertas que se abren a la luz. Nuevos compañeros de viaje.
Cuando comencé este camino no sabía dónde iba, ni por qué estaba allí, pero poco a poco los misterios se van revelando y algunos de ellos traen forma de conexión con otras almas aprendiendo también a vivir.
Ya hace un tiempo te comenté lo que hago a veces… Ayudar a la gente a sanar, a conectar con su propio interior, y, aunque no me necesitan, es un placer ser partícipe de su experiencia.
Es hermoso cuando alguien te elige para acompañarlo en su viaje, cuando te dice: «Guárdame este tesoro hasta que sea el momento de redescubrirlo. Entonces, acudiré a ti».
Cada persona que conoces tiene un tesoro guardado… Quizá más de uno. Cuando es tu momento para verlo, para ser consciente de lo que es, recibes un gran regalo, de ti para ti.
Cuéntame… Cuéntame tus encuentros de luz, las puertas que viste abrirse… Cuéntame historias de encuentros mágicos…
Te estaré esperando.