Querido amigo, gracias por esta nueva carta tan inspiradora.
Parece que nuestros compañeros mantienen la comunicación con ambos como una organización postal alternativa y mucho más enriquecedora.
Los planes avanzan y las escuelas para el recuerdo cada vez tienen más estudiantes. Esto me ilusiona enormemente.
Mañana comenzamos el nuevo plan.
Este puente de luz que se ha formado me trae hermosas visiones. Te imagino allí, con tus libros y toda esa comprensión que regalas a los demás.
Todo esto es como volver a nacer. ¿Cuántas vidas vivimos en una sola? ¿Cuántas veces podemos volver a empezar?
A veces puede parecer que no podemos soltarlo todo, que tenemos tantos lazos que hemos ido creando que no será posible, pero lo es.
Siempre se puede volver a empezar.
Siempre se puede recordar quiénes somos realmente y re-enfocar las cosas o crear otras nuevas.
Siempre podemos aprender de nuevo a vivir.
Es una importante labor, la de acompañar para recordar a las personas el valor que tienen y que ello les dé la energía que necesitan para dar un nuevo paso en el camino, uno que las lleve a un mayor conocimiento de sí mismas y, con ello, vivir más libres. Retomar sus vidas o volver a empezar, sobre una base más consciente y más amable consigo mismas.
Pronto empezaremos ambos.
Traigamos las olas del mar.
Traigamos el murmullo de los bosques.
Traigamos el corazón de la Tierra.
Traigamos la luz del Sol.
Y que los corazones se abran y crezcan las semillas.
Es hora de contar lo que hemos visto, los regalos que traemos para todos.
Es hora de volar.
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