Querido amigo, esta versión de mí, la de mayor éxito, realmente sabe lo que hace.

Hay una profunda paz y confianza en ella. Algo que me dice que todo está bien, que todo irá bien. Libre, sin reglas auto-impuestas. Lo ve todo con una mirada limpia.

No he cambiado nada. No he hecho nada más allá que saber que puedo ser ella, vivir esa versión de mí, que soy yo.

Y cuanto más lo hago, más comprendo que es mi yo auténtico, el que conoce mi verdad.

La Paz que trae no es forzada, aparece por sí sola.

Parece como si todo diera igual y, a la vez, todo es interesante. Interesante para disfrutarlo.

Cuánto amor trajo el agua del mar, cuando comencé de nuevo a escribirte. Cuanta sabiduría mostrada en un sencillo ejercicio: tu versión de mayor éxito.

Sólo has de darte cuenta de que ya eres, de que ya sabes, y mirar el mundo desde ahí. Tan simple y tan sublime. Y cualquier cosa que te turbe es por no estar alineada con quien realmente eres. Hasta que te des permiso a ti mismo, a ti misma, para ser. Sin condiciones, sin normas, sin límites.

Bienvenido a la libertad.