¿Conoces esa sensación de que te extiendes más allá de ti misma, de ti mismo?
Es como si tu respiración llenara todo el espacio.
Y no sabes si es la respiración o la luz. Sólo que te llena por completo y más allá.
Visité a un amigo una vez en las profundidades del mar. Otros dirían que era una orca, pero yo no veía más que su alma, y la sensación de estar conectada con él, de hecho, dentro de él.
Me llevó a dejar una burbuja de luz rosa en el fondo del mar.
Después me fui.
Había extraviado mi capacidad de conectar. Se había vuelto hacia el drama, la dependencia.
Aquélla fue una de las primeras veces que volví a vivirla libremente.
Cuando sientes que todo se expande, que sales más allá de ti, y encuentras de nuevo tu conexión con todo lo que no se ve, pero que sabes que está ahí.
Cuando la burbuja deja de ser un mundo aparte y recuperas la visión de lo invisible.
Ahí estás tú.